Asumir la Rectoría de la Universidad Pedagógica Nacional ha representado un compromiso ético, político, académico y financiero con la comunidad universitaria, vinculado con la responsabilidad de la defensa y cuidado de la educación pública, así como con la construcción colectiva de un por-venir que abraza la dignidad.
Tenemos la plena convicción de que el respeto, la garantía, la reinvención de los derechos y la profundización de la democracia constituyen pilares fundamentales para seguir fortaleciendo una universidad orientada a formar sujetos críticos que contribuyan a las transformaciones de las injusticias y la desigualdad. Por ello, reafirmamos la potencia de nuestra misión formadora a partir de la acción pedagógica, el restablecimiento de la confianza y el reconocimiento a la pluralidad.
En este año, nos hemos preocupado y ocupado de la materialización de tres criterios -a. formulación de políticas del cuidado, b. la construcción de lo común y c. el sostenimiento de la justicia en todos sus planos-, a partir de la formulación del Programa Rectoral 2024-2028, ‘Por una Universidad Pedagógica que Cuida su Por-Venir’, concebido como una hoja de ruta para la transformación integral de la institución. Este programa piensa la Universidad hacia los próximos diez años, con una visión estratégica centrada en el posicionamiento comunitario, nacional e internacional, en la transparencia para la dirección y gestión universitaria, el reconocimiento de nuestras problemáticas, el compromiso con la formación de nuevas generaciones de maestros(as), jóvenes y profesionales en el campo de la educación y la pedagogía.
Por estas razones compartimos los logros alcanzados identificando oportunidades estratégicas para continuar fortaleciendo la gestión institucional, en articulación con una planeación transformadora y ecosistémica, guiada por el cuidado de lo común, la equidad y la excelencia educativa:
- Como referente en la política educativa siendo reconocida con la aprobación en el Congreso de la República de la Ley de los 70 años de la UPN y 100 años del Instituto Pedagógico Nacional; asesoramiento al MEN en el nuevo Plan Decenal de Educación y a la Comisión Nacional de Servicio Civil en la estructuración de un nuevo concurso docente.
- Consolidación de un modelo integral de internacionalización que nos ha permitido crecer más del 116% con la participación de docentes en procesos internacionales y en lograr alianzas en América Latina, Europa, Asia y África.
- Presencia en las regiones con nueve programas de profesionalización y regulares; y un impacto con la extensión social crítica de 27.226 personas en todos los departamentos de Colombia.
- El crecimiento más alto en la historia de la Universidad con 9.779 estudiantes, evidenciando que lo/as jóvenes y adultos quieren ingresar a la universidad pública y, además, quieren ser maestro/as.
- Crecimiento del 40% en la productividad académica de nuestros docentes y grupos de investigación.
- El crecimiento patrimonial de la institución en 91.550 millones y un incremento del 21% en los ingresos de la vigencia 2024, siendo los resultados más altos en 70 años. Sin embargo, la desfinanciación estructural ocasionada por la Ley 30 de 1992 y el subsidio a la demanda que operaba en gobiernos anteriores, nos dejan con déficit en reconocimiento de derechos que, gradualmente estamos superando como vacaciones pagas a docentes ocasionales, aumento a 45 semanas de vinculación, 11 meses de vinculación continua a docentes investigadore/as, y pago de prestaciones sociales que antes no se realizaban.
- Estrategias del cuidado con inversiones en infraestructura de 22.700 millones y una asignación cerca del 6% del presupuesto general a bienestar universitario.
- Fortalecimiento de la inclusión y la diversidad con trabajos potentes del IPN con la sección de Aprendizajes Inclusivos y Ocupacionales, en la Universidad con el Centro Tiflotecnológico, Aula Húmeda, Manos y Pensamiento, el Programa de apoyos para las personas con discapacidad y/o talentos o capacidades excepcionales y sus familias -Pradif, el Centro de Estudios y Servicios en Pedagogía y Familia, entre otros.
La Universidad reconoce que su responsabilidad histórica debe estar profundamente conectada con los desafíos que enfrenta el país: la superación de las desigualdades estructurales, la defensa de la autonomía universitaria, la dignificación del trabajo docente, la revitalización de la formación pedagógica y la promoción de una cultura de paz, sustentada en la diferencia, la creatividad, la investigación y el respeto por la otredad.
Retomando las palabras de Philippe Meirieu: “la universidad expresa la voluntad de la generación de aquellos que ya están en el mundo de cuidar el futuro. Cuidar un futuro: un futuro de nuestros hijos y un futuro del mundo. Un futuro de nuestros hijos preservando la integridad del mundo. Un futuro del mundo sosteniendo a nuestros hijos para que puedan prolongar el mundo” (2006, p. 36).
Destacamos el papel protagónico de la Universidad Pedagógica Nacional en la formación de educadoras y educadores, reafirmando su carácter misional como institución pública al servicio de las grandes transformaciones que exige el presente.