La Universidad Pedagógica Nacional (UPN) ha vivido un momento histórico. Con la presencia del Gobierno nacional del presidente Gustavo Petro y la participación del ministro de Educación, Daniel Rojas, inauguramos un nuevo edificio que simboliza mucho más que una mejora en infraestructura. Es un hito en nuestro compromiso por dignificar la labor docente y garantizar condiciones materiales acordes con nuestras misiones fundamentales: la docencia, la investigación y la proyección social.
Este nuevo lugar representa, también, un paso firme hacia formas más humanas de habitar la Universidad. No se trata únicamente de paredes y techos, sino de un entorno donde la hospitalidad, la confianza y la ternura puedan florecer en la cotidianidad. Estos valores son el corazón de nuestra política de cuidado, que guía el actual gobierno universitario.
Desde la UPN, agradecemos profundamente al presidente Petro y al ministro Rojas por ubicar la dignificación de la profesión docente en el centro de su agenda. En nombre de nuestros más de 11.255 estudiantes, 1.867 docentes, trabajadoras y trabajadores, y más de 60.000 egresados, extendemos un abrazo de gratitud. Qué mejor manera de celebrar los 70 años de nuestra Universidad y los 98 del Instituto Pedagógico Nacional.
Con este edificio, se proyecta la formación de más de 1.200 estudiantes de la Facultad de Artes, así como el funcionamiento de una nueva oficina de extensión. Todos estos espacios están diseñados para fortalecer la relación entre Universidad y territorio, con un enfoque centrado en la cultura, las memorias colectivas y el trabajo con las comunidades, porque creemos que la transformación del país se construye desde la educación, la democracia, los Derechos Humanos y la paz.
Hace un año asumí la rectoría de esta Universidad con el lema que hoy nos define: por una Universidad que cuida su porvenir. No es un simple eslogan, sino una declaración de principios. Somos la única institución en Colombia dedicada exclusivamente a la formación de maestras y maestros, es decir, de los verdaderos motores del cambio social.
En ese camino, hemos recuperado el carácter nacional de la UPN. Hoy, desarrollamos programas en Cundinamarca, el Magdalena y estamos avanzando en la consolidación en regiones históricamente olvidadas como el Catatumbo, Arauca, Sucre y Amazonas. De la mano del Ministerio de Educación, estamos articulando la educación media con la superior, ampliando la cobertura educativa en zonas donde nunca antes había llegado la universidad pública.
Gracias al trabajo conjunto con el Ministerio de las Culturas, Artes y Saberes, adelantamos proyectos como Sonidos por la Paz, que impacta a más de 4.000 artistas formadores, y Danza y Movimiento, que beneficia a más de 13.000 niñas y niños en 130 instituciones. Con el Ministerio de Educación, mediante el Sistema Integrado de Educación Media y Superior (SIMES), hemos articulado 227 colegios y aumentado la matrícula en regiones dispersas del país con más de 2.900 nuevos estudiantes.
Este primer año de gestión universitaria ha sido también un año de logros financieros. Gracias al respaldo del Gobierno nacional y nuestra gestión rigurosa, se mejoraron significativamente nuestros indicadores de liquidez y se retiró la calificación de riesgo negativo. Hemos aumentado el patrimonio institucional en cerca de 78 mil millones de pesos y reducido más del 68 % del gasto en arriendos, generando un ahorro de 2.650 millones de pesos anuales. Estos recursos han sido reinvertidos en infraestructura, bienestar y en el proceso de formalización docente.
En nuestros 70 años de historia, es la primera vez que reconocemos plenamente derechos como las vacaciones y la prima vacacional para el profesorado, además de ampliar progresivamente sus períodos de vinculación. Aunque aún enfrentamos limitaciones presupuestales, trabajamos de manera articulada con el Gobierno y las organizaciones sindicales para cumplir este propósito con responsabilidad.
La UPN no solo piensa en lo nacional. Reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino y apostamos por la educación como vía para la paz. Por eso, firmamos un convenio con la Universidad de Birzeit, en Palestina.
Decía el libertador Simón Bolívar, en una carta a su maestro Simón Rodríguez: “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido por el sendero que usted me señaló.” Esta frase expresa el espíritu que guía a quienes formamos parte de la Universidad Pedagógica Nacional y lo que significa el ejemplo y templanza de ser maestro.
Seguiremos comprometidos y comprometidas con el fortalecimiento de la universidad pública, porque pública la recibimos y pública, fortalecida, la entregaremos.